INSIDE JOB (2010). Charles Ferguson. Documental

Los documentales poseen una extraña concurrencia de espectadores. Tienen una entidad propia y, en ocasiones, su dinámica sobrepasa las expectativas de su dimensión. “Inside Job” es sin lugar a dudas una de las mayores sorpresas que me he llevado en mi vida de espectador de cine. Conocía la importancia de su tema, también sabía que su denuncia abarcaba todo el orbe económico y financiero, pero nunca llegué a pensar que me afectaría de una forma tan directa al comprender que nuestras perspectivas son manejadas por un reducido grupo de personas que tienen el control y conducen las escasas posibilidades que tenemos para nuestra independencia económica.

Dividida en cinco capítulos, “Inside Job” nos demuestra en imágenes la crisis más terrible que ha padecido Estados Unidos, y por ende, Europa y parte de Asia. Ferguson analiza, razona, denuncia y desvela el comportamiento corrupto de un grupo de bancos y de inversión norteamericanos, el origen de la crisis de las Subprime y de los bonos tóxicos. “Lehman Brothers”, “Merrill Lynch” y el mayor grupo de inversión de EEUU “Goldman Sachs”, son mostrados a través de sus más importantes ejecutivos. Ahí se puede ver hasta donde puede llegar la codicia del ser humano, aunque para ello tenga que arruinar al conjunto de trabajadores que han invertido sus ahorros en la compra de una casa o un terreno. La serie de entrevistas a Ejecutivos de los bancos que tuvieron que venderse o quebrar, los economistas más representativos en el área de negocios de Wall Street, los personajes que dirigían el Fondo Monetario Internacional (FMI), los directivos de la Reserva Federal estadounidense, los directores de las Universidades de Harvard, Columbia, etc., todos presentados desde distintas ópticas pero en una compacta intencionalidad denunciadora. ¿Qué ha ocurrido para qué la economía mundial se haya hundido por mor de unas entidades financieras desaprensivas y faltas de cualquier pudor y vergüenza? Pies bien, Ferguson nos lo presenta de una manera directa y sin ambages y con una crudeza que causa escalofríos. “Inside Job” es un documental denso, complejo en su definición, lleno de datos esclarecedores, con entrevistas cuyas palabras de los entrevistados se explican por sí solas. ¿Qué hace que el documental posea la fuerza y la intensidad de sus argumentos, hasta desbordar tu incredulidad? La denuncia que emana de sus imágenes: el cinismo con la que habla Hank Paulson, que dirigió la oficina de la Reserva Federal y que supo desde el primer momento la crisis que se cernía sobre la economía mundial a través de la utilización de los bonos tóxicos. Cómo los ejecutivos de “Goldman Sachs”, “Lehman Brothers” y “Merrill Lynch”, ocultaron, intencionadamente el maremoto que iba arribando a las costas de todos los países desarrollados, para su propio beneficio. Cómo estos mismos ejecutivos recibieron por parte de los bancos y grupos de inversión suculentos y extraordinarios premios, hasta el punto que unos de esos ejecutivos, recibió un premio de 48 millones de dólares. El cinismo con la que Hank Paulson describe su intervención en la problemática de la crisis refleja hasta que punto las autoridades monetarias norteamericanas fueron instrumentalizadas por los empleados de la Administración, entre ellos el Secretario del Tesoro. El gobierno Bush, como más tarde el gobierno Obama, hicieron oídos sordos de las amenazas que se iban acercando a sus lares; Europa no desconocía tampoco la amenaza de la tempestad. En el último acto del documental, aquel en la que se pide responsabilidades, Ferguson nos descubre que aquellos mismos que crearon la gran estafa económica, eran reclutados por la Administración Obama en puestos claves de la Reserva Federal y en el departamento del Tesoro. ¿Qué cruel paradoja?

¿Y qué ocurría entre la grey política española? Pues ni más ni menos que conocer de primera mano a través de sus informadores internacionales la situación que iba a modificar el comportamiento bancario español. Desde Rodrigo Rato, un alto directivo del Fondo Monetario Internacional, hasta el Ministro Solbes, incurrían en el arcano de lo que estaba pasando. Eran conscientes del descarrilamiento que desembocaría la desmesurada burbuja de la construcción, auspiciada por el tratamiento de manos abiertas de la banca y las cajas de ahorro. Ocultando deliberadamente la crisis que ya se situaba en nuestro país, nuestros gobernantes llámese Zapatero como Rajoy, establecían un cordón sanitario que no afectase los grandes capitales bancarios. Mintiendo descaradamente, manifestando la buena salud de nuestra política bancaria, la izquierda, mucho más culpable, por el hecho de gobernar en esos momentos, como la derecha escondían la quiebra o el desmoronamiento del sistema financiero español al estar apoyando el comportamiento de los brokers allende nuestros mares. Pero la gravedad sustancial de estos hechos radica en la mentira sistemática que se iba produciendo en el Gobierno socialista, afirmando que este tipo de crisis era culpa de desaprensivos especuladores extranjeros (sic) y eso nos había movido nuestro sólido sistema financiero. Sin embargo, en noticias de la city londinense se comentaba que un banco tan prestigioso como el Santander, santo y seña de nuestro sistema, estaba embarrancado en la vorágine de la crisis y sólo gracias a una ayuda estatal, jamás desvelada por el Gobierno socialista, pudo evitar una situación muy peligrosa para todo el andamiaje económico.

Cuantas y cuantas historias nos han ido contando como Flautista de Hamelin, llevando a la buena gente que perdió patrimonio y los llevó al paro, al fondo del mar para ahogarlos y que así no pudieran reclamar y protestar. Esto y mucho más es lo que nos cuenta Charles Ferguson, en su extraordinario documental “Inside Job”. Sólo nos queda la perplejidad de no entender como los medios de comunicación de izquierdas y derechas (El País, El Mundo, Público, ABC, La Razón, COPE, SER, Onda Cero, etc), nos han ido enmascarando la realidad de una crisis y de sus consecuencias. Sabemos que las campañas de publicidad van paliando las buenas intenciones, por todo ello creemos que en ocasiones el cine es el arte que con mayor libertad denuncia la actuación de políticos, comunicadores, economistas de Harvard, economistas de Universidades españolas y gurus que aparecen sentenciando constantemente la dirección que debe tomar nuestro comportamiento social y cotidiano. “Un mundo feliz”, de Huxley, en nuestros días sería un cuento infantil, comparado con lo que ocurre ahí fuera, ¿o no?

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